LA COLÁ
El lugar donde se desarrolla esta actividad festiva se extiende por todo el casco urbano de Alosno, en cada una de las “colás” que se instalan. Pero si nos centramos en el lugar concreto de la interacción festiva, los lugares son las mismas “colas”.
Las cruces de Alosno son “cruces domésticas”, situadas en casas, portales, garajes, trasteros, locales, etc. Precisamente se denominan “colás” porque los sitios donde tradicionalmente se han montado eran los llamados “coladeros” de las viviendas, por los cuales se accedía al corral de la casa sin pasar por medio de ésta.
Recreación ornamental y estética: Las “colás” poseen rasgos decorativos muy singulares que las diferencian de otras fiestas de cruces. Más que capillas, comunes en otros casos, las “colás” parecen antiguos “salones de bailes”, eso sí, presidido por el símbolo religioso de la cruz. Las mujeres son las encargadas de la ornamentación y, en este sentido, compiten entre cruces en superación estética.
La actividad festiva se distribuye por cada una de las “colás” montadas que, aunque muchas se repiten, puede variar según los años. En el año 2001 fueron: Cruz de la Vegacha, Cruz de la Calle Humilladero, Cruz de la Calle Ricos, Cruz de la Calle Santos, Cruz del Santo, Cruz de la Barriada, Cruz de la Calle Ayamonte, Cruz de la Calle Feria, Cruz de la Calle Real, Cruz de las Azucenas, Cruz de la Calle Vallegrande, Cruz de la Calle La Fuente.
Se trata de “cruces domésticas” que se instalan en casas o locales particulares (garajes, trasteros, portones, etc.) y que una vez pasadas las fiestas vuelven a tener su uso cotidiano. Excepcionalmente, la Cruz de la Calle Real permanece casi siempre instalada.
Salvo de los objetos de decoración que se usan en las “colás”,cuadros, espejos, colchas, flores artificiales, etc. los únicos bienes muebles que se destacan son las propias cruces, no tanto por su riqueza y calidad artística sino por su protagonismo. Las cruces suelen medir alrededor de un metro pero tienen formas y características distintas en cada caso, las hay cubiertas con tisú de plata, las hay de ramos y hojas plateadas, o de madera labrada y policromadas. Destaca por su singularidad las cruces “ramificadas” hechas a base de ramas y flores doradas y plateadas.
Esta fiesta contribuye a mantener algunas actividades artesanas frecuentes sobre todo en la actuación de las mujeres como el croché y otras prácticas decorativas relacionadas con el diseño y elaboración de elementos para las “colás”.
La importancia de esta actividad festiva se refleja en el ciclo vital y pautas relacionadas con los rituales de paso y la interacción entre hombres y mujeres.